Ritmo y percusión corporal: Aprovecha la plasticidad del cerebro para promover un mayor número de conexiones neuronales a través del movimiento corporal. Este enfoque consiste en realizar movimientos similares a los que se utilizan en la vida diaria, como caminar, golpear, aplaudir, crear sonidos con la boca o tararear. Al hacerlo, se adquiere conciencia del cuerpo, fortaleciendo la capacidad de atención, concentración y memoria.
Método musical de prelectura: Este método se basa en la escala musical y utiliza ritmos y tiempos para enseñar aspectos básicos de la lectoescritura, como la direccionalidad, la orientación espacial y el ritmo. Estos conceptos se aprenden antes de introducir la enseñanza de letras o sonidos.
Método Silábico: Es un enfoque sintético que comienza enseñando unidades simples, como las sílabas, y avanza hacia estructuras más complejas, como los párrafos.
Método descodificador de la oración: Este método establece conexiones entre palabras clave y símbolos o imágenes, de modo que los niños, desde sus primeras etapas de aprendizaje de la lectura, desarrollen patrones mentales que les permitan leer con sentido y comprensión.